martes, 28 de octubre de 2014

Suministros a Estacion Espacial Internacional

Esta noite tentarase lanzar o cohete Antares ca nave de carga Cygnus con destino a Estacion Espacial Internacional. Este lanzamento estaba previsto para o luns mais por mor dun barco nun lugar errado non se puido realizar. O despegue esta programado para o martes 28 as 6:22 hora local de Virginia (EE.UU). Pódese ver a transmisión da posta en marcha pinchando aquí.
http://www.estacionespacial.com/

martes, 14 de octubre de 2014

La falla de San Andrés acumula energía para un gran terremoto en California

Los puntos de mayor peligro se encuentran en cuatro sectores urbanos situados en sus cercanías
La falla de San Andrés acumula energía para un gran terremoto en California.

Fractura en la falla de San Andrés
Cuatro sectores urbanos situados en las cercanías de la falla de San Andrés (California) han almacenado suficiente energía para producir grandes terremotos. Esta es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en el Boletín de la Sociedad Sismológica de América, que mide el deslizamiento de las fallas.

En el trabajo, se advierte de que tres de estas secciones -Hayward, Rodgers Creek y Green Valley- están a un punto o menos del promedio de intervalo de recurrencia, es decir, de acabar en seísmo.

El ciclo de un terremoto refleja la acumulación de tensión en la falla, su deslizamiento y su reacumulación. Un seísmo se produce cuando existe un deslizamiento de la placa y se libera la tensión acumulada en la parte superior de la corteza terrestre. De este modo, mientras no hay deslizamiento, la energía se sigue almacenando hasta que es liberada por un terremoto.

Este estudio estima la cantidad de deslizamientos que se producen en cada sección de la falla de San Andrés y si éstos pueden repercutir en el tamaño potencial del próximo terremoto. "El grado de deslizamiento de las fallas, y por lo tanto del bloqueo, controla el tamaño y el momento en que se producen los grandes terremotos en el sistema", explica James Lienkaemper, autor de la investigación.

A su juicio, "la medida del deslizamiento en algunas secciones de la falla aún no está bien determinada", de ahí que esta sea una de sus "prioridades" a estudiar, sobre todo en los sectores urbanos cercanos a las zonas de peligro.

La falla de San Andrés acumula energía para un gran terremoto en California
Deslizamiento
La comprensión de la cantidad y el alcance del deslizamiento de fallas afecta directamente a las evaluaciones de riesgo sísmico de la región. El sistema de San Andrés se compone de cinco ramas principales que se combinan para sumar una longitud total de más de 2.400 km. El 60% del sistema de fallas libera energía a través del deslizamiento, que va desde 0,1 hasta 25,1 mm por año, y alrededor del 28% permanece bloqueado en profundidad, según los autores.

El monitoreo del deslizamiento en este área dice que se ha expandido en los últimos años. Las mediciones de la matriz de alineación realizados a través de estaciones GPS han proporcionado datos primarios sobre la superficie de deslizamiento. Son los que los autores utilizan para estimar la profundidad media de deslizamiento para cada segmento de falla.

Así, analizados los datos, existen cuatro fallas que han acumulado la suficiente presión como para producir un gran terremoto. Las tres con mayor peligro tienen grandes áreas cerradas (menos de 1 milímetro por año) y no han roto en un gran terremoto de magnitud 6,7, al menos, desde que se recoge en los registros locales. Por su parte, la cuarta, Hayward sur, registró un terremoto de magnitud 6,8 en 1868, y, según los científicos, está ahora muy cerca de su tiempo de recurrencia media, basado en estudios paleosísmicos.

lunes, 13 de octubre de 2014

Aliens May Be Out There, But Too Distant for Contact

The Milky Way may be home to some 3,000 extraterrestrial civilizations but the vast distances between our galactic cousins will make contact extremely rare, a new study concludes.

Data collected by NASA's Kepler space telescope and other observatories scouting for planets beyond the solar system indicate Earth is one of some 40 billion potentially habitable worlds  in the galaxy, with about one new life-friendly planet forming every year, astronomer Michael Garrett, head of the Dutch astronomy research foundation ASTRON, said at the International Astronomical Congress in Toronto

lunes, 6 de octubre de 2014

Total Lunar Eclipse On Wednesday Will Be a Rare 'Selenelion'

Observers of Wednesday morning's total lunar eclipse might be able to catch sight of an extremely rare cosmic sight.

On Oct. 8, Interested skywatchers should attempt to see the total eclipse of the moon and the rising sun simultaneously. The little-used name for this effect is called a "selenelion," a phenomenon that celestial geometry says cannot happen.

And indeed, during a lunar eclipse, the sun and moon are exactly 180 degrees apart in the sky. In a perfect alignment like this (called a "syzygy"), such an observation would seem impossible. But thanks to Earth's atmosphere, the images of both the sun and moon are apparently lifted above the horizon by atmospheric refraction. This allows people on Earth to see the sun for several extra minutes before it actually has risen and the moon for several extra minutes after it has actually set.

As a consequence of this atmospheric trick, for many localities east of the Mississippi River, watchers will have a chance to observe this unusual sight firsthand. Weather permitting, you could have a short window of roughly 2 to 9 minutes (depending on your location) with the possibility of simultaneously seeing the sun rising in the east while the eclipsed full moon is setting in the west.

Regions of visibility

From Newfoundland, the start of the partial stages of the total eclipse begins about 30 to 45 minutes before moonset.

A growing scallop of darkness will appear on the upper left part of the moon when it sets as the sun is coming up. Across eastern Nova Scotia, only the lowermost portion of the moon will be in view as it drops below the western horizon. Farther to the west and south along the Atlantic seaboard, the moon will rise completely immersed in the Earth's shadow.

Cristina Narbona Ruiz Es Comisaria de la Comisión Global de los Océanos y firmante de la Declaración por el Futuro del Ártico. Ministra de Medio Ambiente 2004-2008

Todavía no conozco el Ártico, a pesar de varias invitaciones que, en su día, no pude aprovechar. Una de mis muchas asignaturas pendientes, en mi empeño de entender mejor el mundo en el que vivimos, y de actuar en consecuencia. Por lo tanto, mi conocimiento sobre su situación actual está basado en la experiencia de muchas otras personas (expertos, activistas...), y también en la evidencia del impacto de su progresivo deshielo sobre todos los seres vivos que allí habitan. Y sin embargo, a lo largo de los últimos años he sentido un creciente interés y un progresivo compromiso hacia el Ártico; sobre todo,a partir de mi participación en la Global Ocean Commission , que me ha permitido profundizar en el extraordinario papel de los océanos en los equilibrios planetarios y en las medidas que podrían revertir su declive.

Seguramente, muchas personas todavía no son conscientes de la estrecha interdependencia entre el cambio climático y la salud de los océanos; y, de hecho, solo en el último informe del IPCC se ha enfatizado dicha interdependencia como uno de los grandes riesgos que pueden acelerar el calentamiento global, los fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad marina.

El océano, que cubre las tres cuartas partes del planeta, es un inmenso sumidero de CO2 (absorbe más del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero), y almacena, además, casi el 90% del aumento de temperatura provocado por el cambio climático. Pero esa impresionante capacidad de mitigación de los efectos del calentamiento global se está reduciendo rápidamente, a causa de la acidificación generada por el propio incremento de la temperatura, que afecta a toda forma de vida marina y deteriora irreversiblemente la resiliencia del océano.

Al aceptar implicarme en la campaña por el Ártico, he asumido la enorme importancia de transmitir, al mayor número posible de ciudadanos, la responsabilidad individual y colectiva de preservar un espacio excesivamente valioso para la humanidad como para dejarlo al libre albedrío de los intereses particulares.

La degradación del Ártico es, al mismo tiempo, la consecuencia del modelo energético basado en los combustibles fósiles, y la causa de procesos que agravan los efectos del cambio climático, al acelerarse la desaparición de grandes masas de hielo, haciendo además accesibles grandes reservas de hidrocarburos, objeto de la codicia de las grandes compañías.

Soy bien consciente que dicha preservación resultará mucho más difícil de conseguir que en el caso de la Antártida, por razones muy diversas; pero confío en la capacidad de explicar que existen alternativas para el desarrollo y el bienestar de las poblaciones locales, basadas en el principio de precaución en el uso de los recursos naturales, así como en el uso de las modernas tecnologías en el campo de la energía y de las comunicaciones.

Durante estos días me he reunido con los embajadores y las embajadoras de Dinamarca, Noruega y Suecia. A pesar de los más de 5.000 kilómetros de distancia que nos separan del Ártico, con las embajadas hemos hablado de por qué en España importa la desaparición del Ártico así como la imperiosa necesidad de establecer una verdadera gobernanza supranacional del Ártico.  Muchas de las Estrategias ambientales de estos países quedan lejos de la protección del Ártico que consideramos necesaria, y responden a un enfoque del paradigma economicista y cortoplacista dominante: ese paradigma que ha conducido a una globalización sin apenas regulación de los bienes comunes y sin suficiente exigencia de responsabilidades hacia quienes despilfarran, contaminan o destruyen tales bienes comunes, sean estos la estabilidad financiera o el equilibrio climático.

Pero creo que hay margen para la esperanza, ya que se van abriendo paso otras formas de interpretar la realidad, desde un análisis más integral, mucho más responsable. Ojalá lleguemos a tiempo para evitar el colapso del Ártico.

jueves, 2 de octubre de 2014

La máquina que imprime tus sueños

Los creadores del invento, el cual permite imprimir sobre diferentes materiales sin necesidad de contar con varias máquinas
A día de hoy, las impresoras 3D han supuesto una increíble revolución tecnológica. No obstante, con ellas también es necesario rascarse el bolsillo más de lo deseado para poder dar vida a aquellos diseños que se quieran crear. Por ello, un estudiante de arquitectura y un ingeniero –además de un extenso equipo de colaboradores- han aunado conocimientos para desarrollar una de estas máquinas que, por primera vez, puede imprimir sobre diferentes materiales con sólo cambiar sus módulos. Todo ello, a bajo coste.

Según informa «AlphaGalileo», para dar vida a este proyecto, los involucrados –multitud de estudiantes de todo tipo de carreras e instituciones educativas- crearon su propia empresa: «Maker Mex». Los socios fundadores de la misma fueron Luis Arturo Pacheco, un estudiante de arquitectura, y el ingeniero Juan Carlos Orozco. Su objetivo estaba claro: poder imprimir diseños a un precio bajo. Para ello, la compañía elaboró dos prototipos de impresora 3D, llamadas Prusa i3 e i3XL. Ambos, a partir de diseños que ya estaban en la red y que ellos solo modificaron de acuerdo con las necesidades que tenían.

Sin embargo, tras las experiencias previas, terminaron desarrollando su propia «3D Modular» fabricada en México y cuya ventaja con respecto al resto es que puede imprimir con un solo equipo diversos diseños de materiales diferentes. Desde entonces «Maker Mex» se ha dedicado a hacer los sueños realidad al dar forma a todo aquello que se les ocurra a sus clientes. Además, por el diseño de esta «3D Modular» ganaron el VII Premio Concyteg en la categoría «Innovación Tecnológica de Empresarios», que se entregó en el marco del Foro Internacional Sistemas de Innovación para la Competitividad 2014.

Así pues, esta máquina cuenta con varios módulos intercambiables para poder imprimir sobre todo tipo de materiales sin necesidad de tener varios equipos. De ahí viene el concepto de impresora «3D Modular», que causó un «boom» en dicha área, en el estado y otros países del mundo. Entre sus proyectos, la empresa «Maker Mex» planea contar con un módulo para hacer impresión en metal. Por el momento todo se enfoca a modelos arquitectónicos y de plástico.

WWF

El Gobierno brasileño aparca los planes para construir presas en el Parque Nacional de Juruena

Al menos 35.000 morsas varadas en Alaska como consecuencia del calentamiento global

Unas 35.000 morsas han quedado varadas en una playa de Alaska debido al derretimiento del hielo ártico, consecuencia del calentamiento global, según ha informado el Instituto Americano de Geofísica.

El pasado 27 de septiembre, las morsas fueron observadas por aire cerca de Point Lay. Cuatro días antes, había solamente 1.500, han explicado los expertos de la USGS. "Eran casi 24 veces más", ha insistido Megan Ferguson, un especialista en la vigilancia aérea de los mamíferos marinos de la agencia Oceanográfica y Atmosférica estadounidense (NOAA).

Ferguson ha hecho hincapié en que se trataba de una estimación visual de los expertos de la NOAA y USGS, y que esta cifra podría ser refinada. También ha señalado que cada vez se están viendo más osos pardos en el lugar y que, en contraste, las ballenas grises que estaban presentes en la zona hasta los años 90 han desaparecido, "signo de un cambio de medio ambiente del Ártico".

Según Jay Chadwick, un investigador en el USGS, el número anormal de morsas varadas "es realmente una consecuencia del calentamiento global" y de la "reducción del hielo" en el Océano Ártico al final del verano . Por lo general, los animales viven en el hielo y pescan en aguas poco profundas, pero con el gran derretimiento del hielo acaecido este verano, las morsas se han reunido en profundidades demasiado grandes para poder alimentarse, por lo que buscaron refugio en el continente para coger peces más fácilmente, explicó Jay.

Esta característica de la morsa del Pacífico y específicamente del fenómeno de mar de Chukchi, según el USGS, "no se producía desde hacía diez años", ha asegurado el Instituto en su sitio web. Los expertos aún no saben si este cambio en el comportamiento de las morsas puede tener un impacto en su mortalidad, ya que creen que los bebés morsas son más frágiles en la tierra y además los animales pierden más energía en busca de presas en el suelo que, cuando están en el hielo.

Ancient magma plumbing found buried below moon's largest dark spot

Scientists have found a nearly square peg underneath a round hole—on the moon. Several kilometers below Oceanus Procellarum, the largest dark spot on the moon’s near side, scientists have discovered a giant rectangle thought to be the remnants of a geological plumbing system that spilled lava across the moon about 3.5 billion years ago. The features are similar to rift valleys on Earth—regions where the crust is cooling, contracting, and ripping apart. Their existence shows that the moon, early in its history, experienced tectonic and volcanic activity normally associated with much bigger planets.

“We’re realizing that the early moon was a much more dynamic place than we thought,” says Jeffrey Andrews-Hanna, a planetary scientist at the Colorado School of Mines in Golden and lead author of a new study of the Procellarum’s geology. The discovery also casts doubt on the decades-old theory that the circular Procellarum region is a basin, or giant crater, created when a large asteroid slammed into the moon. “We don’t expect a basin rim to have corners,” Andrews-Hanna says.

The work is based on data gathered by GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory), a pair of NASA spacecraft that orbited the moon in 2012. Sensitive to tiny variations in the gravitational tug of the moon, GRAIL mapped density variations below the surface (because regions of higher density produce slightly higher gravitational forces). Below known impact basins, GRAIL found the expected ringlike patterns, but underneath the Procellarum region, the mysterious rectangle emerged. “It was a striking pattern that demanded an explanation,” Andrews-Hanna says.

Scientists already know that the Procellarum region is rich in radioactive elements that billions of years ago would have produced excess heat. The study team theorizes that as this region cooled, the rock would have cracked in geometrical patterns, like honeycomb patterns seen on Earth in basalt formations, but on a much larger scale. In a study published today in Nature, the researchers propose that these cracks eventually grew into rift valleys, where magma from the moon’s mantle welled up and pushed apart blocks of crust. Lava spilled out and paved over the Oceanus Procellarum, creating the dark spot that is seen today. The extra weight of this dense material would have caused the whole region to sink slightly and form the topographic low that has made the Procellarum seem like a basin.

With the discovery, the moon joins Earth, Mars, and Venus as solar system bodies with mapped examples of rifting. There are also similar features near the south pole of Enceladus, the moon of Saturn that is spewing water into space from cracks in an ice shell.

Andrews-Hanna and colleagues have made a good case, says Herbert Frey, a planetary scientist at NASA’s Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Maryland, even though the newly described features are surprising. The moon is not big enough to have the same strong convective cooling process that Earth has in its interior, he explains, and ordinarily convection is one of the main mechanisms thought to lead to large-scale rifting. So just what caused the rifting remains unclear. “It just means the moon continues to surprise us,” he says. Frey adds that a remaining mystery is why the rectangular features were found only beneath Oceanus Procellarum. Even if the rifting is explained by the excess radioactive elements, there is still no definitive explanation for why only the near side of the moon ended up enriched.

The discovery could also be a death knell for the impact theory for Oceanus Procellarum, an idea first put forth in the early 1970s. A basin there would have been the largest on the moon—larger than the South Pole–Aitken Basin—and second in the solar system only to the Borealis Basin on Mars, which covers the planet’s entire northern hemisphere.

Ryosuke Nakamura, a researcher at the National Institute of Advanced Industrial Science and Technology in Tsukuba, Japan, is still not convinced that an impact can be ruled out. In 2012, he and his colleagues published a paper in Nature Geoscience that found compositional evidence for an impact within Procellarum—a type of pyroxene mineral that is found in other, known impact basins such as South Pole–Aitken and is associated with the melting or excavation of mantle rock from an asteroid impact.

In response to the current study, Nakamura says that the features in the southwestern corner of the Procellarum region look to be circular rather than rectangular, and still consistent with an impact. But Frey, who has long been skeptical of the impact theory, says that the features are as clear as day, and not what you’d expect underneath a basin. “That looks like a rectangle to me.”

miércoles, 1 de octubre de 2014

Swirling cloud at Titan's pole is cold and toxic







Scientists analyzing data from NASA's Cassini mission have discovered that a giant, toxic cloud is hovering over the south pole of Saturn's largest moon, Titan, after the atmosphere there cooled dramatically.
The scientists found that this giant polar vortex contains frozen particles of the toxic compound hydrogen cyanide, or HCN.
"The discovery suggests that the atmosphere of Titan's southern hemisphere is cooling much faster than we expected," said Remco de Kok of Leiden Observatory and SRON Netherlands Institute for Space Research, lead author of the study published today in the journal Nature.
Titan is the only moon in the solar system that is cloaked in a dense atmosphere. Like our home planet, Earth, Titan experiences seasons. As it makes its 29-year orbit around the sun along with Saturn, each season lasts about seven Earth years. The most recent seasonal switch occurred in 2009, when winter gave way to spring in the northern hemisphere, and summer transitioned to autumn in the southern hemisphere.
In May 2012, while Titan's southern hemisphere was experiencing autumn, images from Cassini revealed a huge swirling cloud, several hundred miles across, taking shape above Titan's south pole. This polar vortex appears to be an effect of the change of season.
A puzzling detail about the swirling cloud is its altitude, some 200 miles (about 300 kilometers) above Titan's surface, where scientists thought the temperature was too warm for clouds to form. "We really didn't expect to see such a massive cloud so high in the atmosphere," said de Kok.
Keen to understand what could give rise to this mysterious cloud, the scientists dove into Cassini's observations and found an important clue in the spectrum of sunlight reflected by Titan's atmosphere.
A spectrum splits the light from a celestial body into its constituent colors, revealing signatures of the elements and molecules present. Cassini's visual and infrared mapping spectrometer (VIMS) maps the distribution of chemical compounds in Titan's atmosphere and on its surface.
"The light coming from the polar vortex showed a remarkable difference with respect to other portions of Titan's atmosphere," says de Kok. "We could clearly see a signature of frozen HCN molecules."
As a gas, HCN is present in small amounts in the nitrogen-rich atmosphere of Titan. Finding these molecules in the form of ice was surprising, as HCN can condense to form frozen particles only if the atmospheric temperature is as cold as minus 234 degrees Farenheit (minus 148 degrees Celsius). This is about 200 degrees Fahrenheit (about 100 degrees Celsius) colder than predictions from current theoretical models of Titan's upper atmosphere.
To check whether such low temperatures were actually possible, the team looked at observations from Cassini's composite infrared spectrometer (CIRS), which measures atmospheric temperature at different altitudes. Those data showed that the southern hemisphere of Titan has been cooling rapidly, making it possible to reach the cold temperature needed to form the giant toxic cloud seen on the south pole.
Atmospheric circulation has been drawing large masses of gas towards the south since the change of season in 2009. As HCN gas becomes more concentrated there, its molecules shine brightly at infrared wavelengths, cooling the surrounding air in the process. Another factor contributing to this cooling is the reduced exposure to sunlight in Titan's southern hemisphere as winter approaches there.
"These fascinating results from a body whose seasons are measured in years rather than months provide yet another example of the longevity of the remarkable Cassini spacecraft and its instruments," said Earl Maize, Cassini project manager at NASA's Jet Propulsion Laboratory in Pasadena, California. "We look forward to further revelations as we approach summer solstice for the Saturn system in 2017."
The Cassini-Huygens mission is a cooperative project of NASA, the European Space Agency and the Italian Space Agency. JPL, a division of the California Institute of Technology, Pasadena, manages the mission for NASA's Science Mission Directorate in Washington. The VIMS team is based at the University of Arizona in Tucson. The CIRS team is based at NASA's Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Maryland.

Plutón busca recuperar su título de planeta

Plutón fue rebajado en el 2006 a la categoría de "planeta enano" en un debate que fue más allá del mundo científico y que ahora se vuelve a tocar en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica (CfA), en Estados Unidos, con una discusión entre expertos de la ciencia planetaria.

Hace ocho años, en el 2006, más de 2.500 expertos de 75 países se reunieron en Praga en la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés), y establecieron una nueva definición universal de lo que se consideraría un planeta.

Esta definición distinguió entre ocho planetas "clásicos" que giraban en órbitas alrededor del Sol y dejaba fuera a cuerpos "enanos", como Plutón, que quedó al mismo nivel que los más de 50 cuerpos redondos que giran en torno al Sol en el cinturón de Kuiper.

Ocho años después y a menos de un año de que se celebre en Honolulu (Hawai, EEUU) la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional, el Centro Harvard-Smithsonian volvió a abrir el debate. Para ello, invitó a tres expertos con opiniones diferentes.

¿EL TAMAÑO SÍ IMPORTA?

El historiador científico Owen Gingerich, que presidió el comité de definición de planetas de la IAU, defendió el estatus de Plutón como planeta desde un punto de vista histórico y argumentó que "un planeta es una palabra culturalmente definida que cambia con el tiempo".

¿Cómo pudo la Unión Astronómica Internacional decir que Plutón era un planeta enano y luego negarle la posición de planeta? ¿Qué era entonces, solo un enano?, Gingerich considera que la IAU hizo un "abuso del lenguaje" al tratar de definir la palabra planeta y que, por eso, no debía haber expulsado a Plutón.

El punto de vista contrario lo defendió el director asociado del Centro de Planetas Menores, Gareth Williams, quien apoyó la expulsión de Plutón y definió los planetas como "cuerpos esféricos que orbitan alrededor del Sol y que han limpiado su camino", es decir, que han despejado su órbita de otros astros.

Por su parte, el director de la Iniciativa Orígenes de la Vida de Harvard, Dimitar Sasselov, estableció que un planeta es "la masa más pequeña esférica de la materia que se forma alrededor de las estrellas o restos estelares", lo que, a su juicio, devuelve a Plutón al club planetario.

Desde su descubrimiento en 1930 por el estadounidense Clyde Tombaugh, Plutón ha sido objeto de disputas, sobre todo debido a su tamaño, mucho menor que el de la Tierra, e incluso que el de la Luna.

La reivindicación está hecha y la polémica podría volver a despertar durante la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en el 2015, el mismo año en el que se prevé que llegue a Plutón la sonda "Nuevos Horizontes", enviada por la NASA en el 2006.


¿Cómo afecta el deshielo de la Antártida a la gravedad de la Tierra?

Los glaciares de la Antártida occidental se derriten y su volumen se reduce a un ritmo de 125 kilómetros cúbicos al año. Este deshielo provoca una caída en el campo de la gravedad sobre la región perceptible desde el espacio.

Para monitorear los efectos del cambio climático, la capa de hielo de la Antártida fue dividida convencionalmente en cuencas hidrográficas de distinto tamaño. A partir de esta matriz, las mediciones del Grace pudieron ser procesadas de manera comparativa para averiguar qué cambios sufren los glaciares en cada cuenca y cómo se produce la descarga de hielo a los océanos. 

En cifras absolutas la variación de la gravedad no es muy grande, asegura la revista 'Slate'. Son mucho más importantes las alteraciones que se observan en la altimetría, especialmente en las zonas donde el hielo se derrite más velozmente. Pero lo que alimenta la mayor preocupación son los datos de la paleogeografía, puesto que, según se conoce, en el pasado los periodos de pérdida drástica del peso de los glaciares estuvieron seguidos de un alza en la actividad volcánica. 

Este efecto se debe a la tensión del subsuelo. Las capas de hielo son tan pesadas que hunden la corteza terrestre. Al perder decenas de miles de millones de toneladas de peso anualmente debido a la desaparición de los glaciares, como sucede ahora, la corteza regresa a su forma original. Este rebote disminuye la tensión en las rocas subyacentes, facilitando al magma su ascenso a la superficie y, por ende, las erupciones volcánicas. 

Las mediciones de la otra mitad de la región antártica, la oriental, no han sido suficientes para sacar las mismas conclusiones, pero los sondeos por satélite del continente glacial continúan y pueden implicar más revelaciones. 



Belief in Free Will Not Threatened by Neuroscience

A key finding from neuroscience research over the last few decades is that non-conscious preparatory brain activity appears to precede the subjective feeling of making a decision. Some neuroscientists, like Sam Harris, have argued that this shows our sense of free will is an illusion, and that lay people would realize this too if they were given a vivid demonstration of the implications of the science (see below). Books have even started to appear with titles like My Brain Made Me Do It: The Rise of Neuroscience and the Threat to Moral Responsibility by Eliezer J. Sternberg.
However, in a new paper, Eddy Nahmias, Jason Shepard and Shane Reuter counter such claims. They believe that Harris and others (who they dub “willusionists”) make several unfounded assumptions about the basis of most people’s sense of free will. Using a series of vivid hypothetical scenarios based on Harris’ own writings, Nahmias and his colleagues tested whether people’s belief in free will really is challenged by “neuroprediction” – the idea of neuroscientists using brain activity to predict a person’s choices – and by the related notion that mental activity is no more than brain activity.
The research involved hundreds of undergrads at Georgia State University in Atlanta. They were told about a piece of wearable brain imaging technology – a cap – available in the future that would allow neuroscientists to predict a person’s decisions before they made them. They also read a story about a woman named Jill who wore the cap for a month, and how scientists predicted her every choice, including her votes in elections.
Most of the students (80 per cent) agreed that this future technology was plausible, but they didn’t think it undermined Jill’s free will. Most of them only felt her free will was threatened if they were told that the neuroscientists manipulated Jill’s brain activity to alter her decisions. Similar results were found in a follow-up study in which the scenario descriptions made clear that “all human mental activity just is brain activity”, and in another that swapped the power of brain imaging technology for the mind reading skills of a psychic. In each case, students only felt that free will was threatened if Jill’s decisions were manipulated, not if they were merely predicted via her brain activity or via her mind and soul (by the psychic).
Nahmias et al said their results showed that most people have a “theory-lite” view of free will – they aren’t bothered by claims about mental activity being reduced to neural activity, nor by the idea that such activity precedes conscious decision-making and is readable by scientists. “Most people recognise that just because ‘my brain made me do it,’ that does not mean that I didn’t do it of my own free will,” the researchers said.
As neuroscience evidence increasingly enters the courtroom, these new findings have important implications for understanding how such evidence might influence legal verdicts about culpability. An obvious limitation of the research is its dependence on students in Atlanta. It will be interesting to see if the same findings apply in other cultures.
This post first appeared on the British Psychological Society’s Research Digest blog.